El Ácido Salicílico es un ingrediente esencial cuando se trata de limpiar profundamente los poros y controlar el exceso de grasa. Este potente exfoliante penetra en la piel, eliminando células muertas y previniendo los brotes de acné, dejándote con una piel más limpia y uniforme. Si luchas contra el acné o tienes piel propensa a las imperfecciones, este es tu mejor aliado.
La Niacinamida, por otro lado, es un superhéroe multitarea en el cuidado de la piel. Ayuda a calmar la inflamación, minimizar los poros dilatados y equilibrar la producción de grasa sin resecar la piel. Además, mejora la textura y el tono de la piel, dejándola más suave y radiante. Este ingrediente es ideal para quienes buscan reducir la apariencia de manchas oscuras y enrojecimiento, mientras promueven una piel más uniforme y saludable.
Esta combinación no solo trata las imperfecciones, sino que también previene futuros brotes, por lo que puedes estar segura de que tu piel se verá y sentirá mejor con cada uso. ¡Haz de este dúo parte de tu rutina diaria y disfruta de una piel más fresca, limpia y equilibrada!
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